Una dieta apropiada ayuda a protegernos de muchos problemas de salud y trastornos, por tanto, la inclusión de alimentos ricos en proteínas, vitaminas y otros, es por demás importante y precisamente ahí ingresan la leche y sus derivados.
Desde tiempos remotos, la leche forma parte de la dieta del ser humano y se ha desarrollado todo un sistema de consumo que procura que este producto no falte en la mesa, tal cual lo menciona la FAO, que destaca que 6000 millones de personas en el mundo consumen leche y productos lácteos.
Bolivia y su relación con la leche
Datos recopilados en junio por el Vagón de Opinión de CIESMORI, revelan que el 29% de los bolivianos del eje del país, consume lácteos y sus derivados de forma diaria o mínimamente cuatro a seis veces por semana. Estas cifras de frecuencia de consumo hallan cierto respaldo en el consumo per cápita de 64.5 litros, que dio a conocer el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural respecto a la pasada gestión.
Por su parte, si bien la FAO menciona que la leche proporciona entre el 12% y 14% del suministro de energía alimentaria en las Américas, el 19% de los bolivianos opta por consumirla con menor frecuencia o simplemente no hacerlo.
Para todos los gustos hay un producto
El consumo de leche también conlleva en muchos casos la adquisición de productos derivados de esta, lo que en cierta manera significa una competencia por atrapar el gusto del consumidor.
En todo caso, el estudio realizado por CIESMORI pone en evidencia que el queso ocupa el primer lugar de consumo (72%), superando a la propia leche (65%) y al yogurt (57%); lo que demuestra que el consumo de este alimento materia prima se ha relativizado.
Consumir lo nuestro
La COVID-19 tuvo un impacto negativo en la producción y consumo de lácteos. Según la CAINCO, la pasada gestión se dio una reducción en el consumo de leche cruda por parte del Subsidio Prenatal y de Lactancia, de alrededor de 743.000 litros mes, lo que da un estimado total de 8.915.950 litros que se ha dejado de consumir mediante esta vía, lo que representa una pérdida aproximada de 29 millones de bolivianos por año.
Esta caída golpeo a las empresas afiliadas del Núcleo Lácteo de CAINCO, mas no significa que los bolivianos no estén adquiriendo productos lácteos pertenecientes a marcas de origen nacional, puesto que el 76% de los consultados manifestó que al momento de comprar productos lácteos opta por marcas nacionales. En este aspecto destaca Santa Cruz de la Sierra con el 79%.
Por qué sí y por qué no
Generalmente, un lácteo es relacionado con salud y bienestar y por ello, gran parte de la población los elige al momento de hacer sus compras; tal el caso del 40% de los entrevistados en el eje de Bolivia, que consume estos productos porque los consideran sanos y nutritivos. Empero, en el otro extremo se encuentran los que también por salud no consumen leche y similares (44%), pues la intolerancia a la lactosa los afecta. Mas un porcentaje también llamativo es el de aquellos que manifiestan que el costo evita que compren (31%).
Entonces, a manera de cierre se puede decir que todas estas cifras nos revelan, que tras un vaso de leche al día hay un mundo complejo que mueve la economía de un país y la vida de sus habitantes.
*Participaron del Vagón de Opinión 1449 personas en las ciudades capitales del eje troncal de Bolivia (La Paz, Cercado – Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra y El Alto), del 15 de junio al 01 de julio de 2021.
La leche purifica nuestros huesos y ayuda a nuestro sistema inmunologico.